miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los 50 libros del año. Selección de los mejores libros publicados el 2010.

Imagen: El País
Los 50 libros del año

En estos doce meses, el mundo editorial lanzó gran cantidad de novedades; entre todas ellas, la redacción de adn eligió, con la arbitrariedad de toda lista, los más destacados en los distintos géneros y los ordenó alfabéticamente.


AL PIE DE LA ESCALERA
Lorrie Moore (novela)
(Seix Barral)

La historia intimista de aprendizaje de una joven estudiante universitaria, con padres granjeros, contratada por una extraña pareja para cuidar de su futura hija adoptiva, se transforma en una excusa para abordar temas como el racismo, las nuevas familias y el análisis de los miedos e incertidumbres de la sociedad estadounidense en el comienzo del siglo XXI.

ALBUCIUS
Pascal Quignard (novela)
(El cuenco de plata)

Las obras, los hábitos cotidianos y hasta las más nimias obsesiones son reseñadas y comentadas en la biografía imaginaria del ignoto Caius Albucius Silos, un declamador y autor latino del siglo I antes de Cristo. En ese afán singular, el escritor francés muestra su destreza para reunir la novela, el cuento, el ensayo, la biografía y la poesía en un mismo libro.

ALFABETO
Claudio Magris (ensayo)
(Anagrama)

Desde las lecturas infantiles de Stevenson o Dumas hasta la gran literatura de autores como Musil o Svevo, Magris reconstruye sus lecturas en una selección de artículos y ensayos publicados en los medios. Esa biografía literaria propone un viaje para descubrir las voces que, enmascaradas en la ficción, revelan las crisis de la vida y la historia del presente.

AQUÍ EMPIEZA NUESTRA HISTORIA
Tobias Wolff (cuento)
(Alfaguara)

La veintena de relatos publicados, más diez cuentos inéditos, que reúne este libro muestra las relaciones y disidencias de Wolff con el "realismo sucio" de Raymond Carver y Richard Ford. Poblados por niños, hombres solitarios y parejas que se odian, estos relatos, ambientados en ciudades degradadas, buscan esas escenas en las que la cotidianidad se vuelve extraordinaria.

AZUL
Michel Pastoureau (ensayo)
(Paidós)

A partir de la premisa de que los colores, más que un fenómeno natural, son una construcción cultural compleja, el medievalista Michel Pastoureau realiza una investigación microhistórica. Desde el desprecio de griegos y latinos por el color de los bárbaros hasta la dignidad que le otorgó la revolución francesa, el historiador analiza los usos del azul en un libro sorprendente y ameno.

BLANCO NOCTURNO
Ricardo Piglia (novela)
(Anagrama)

El autor de Plata quemada vuelve a la novela luego de trece años, con un policial que sólo se ajusta a las normas del género para subvertirlas. El comisario Croce, junto con el periodista Renzi, protagonista de Respiración artificial , investigan el caso del asesinato del portorriqueño Tony Durán y su relación con las mellizas Belladona.

120 HISTORIAS DEL CINE
Alexander Kluge (relato)
(Caja Negra)

Cineasta, y una de las figuras decisivas del Nuevo Cine Alemán, pero también intelectual y narrador, Kluge piensa el cine en ciento veinte textos entre la literatura y el ensayo. Reflexiones e ideas sobre films realizados, bocetos para películas aún inexistentes, a través de la mirada de un creador que concibe su arte bajo la premisa de que "lo no filmado critica lo filmado".

CORRER
Jean Echenoz (novela)
(Anagrama)

En serie con sus últimos libros, Ravel y Des Éclairs , que narran fragmentos de las vidas del autor de Bolero y del inventor Nikola Tesla, Echenoz se detiene en algunos momentos de la historia del corredor checo Emil Zátopek, ganador de medallas doradas en las Olimpíadas de Londres (1942) y Helsinki (1952). Esta curiosa novela permite leer a contracorriente los tiempos de la Guerra Fría y sus absurdos.

CONTRALUZ
Thomas Pynchon (novela)
(Tusquets)

Una descomunal novela en la que Pynchon lleva el delirio sistemático de su obra mucho más allá. Situada entre 1893 y el final de la Primera Guerra Mundial, Contraluz es una ficción sobre el nacimiento del poder moderno, en la que diversas sectas, espías y científicos de todas las potencias, alquimistas e inventores locos, aventureros, libertarios y pistoleros se disputan el control de los recursos que dominarán el mundo futuro.

CUENTOS COMPLETOS
Primo Levi (cuento)
(El Aleph)

Un panorama acabado de los textos de uno de los autores capitales del siglo pasado. Los primeros cuentos fantásticos, incluidos en Historias naturales y Defecto de forma , sus experiencias vitales vistas a través de la química en El sistema periódico , los campos de concentración retratados en Lilít y otros cuentos , y las sombrías narraciones de sus últimos años reunidas en la recopilación póstuma Última Navidad de guerra .

CUENTOS COMPLETOS
Thomas Mann (cuento)
(Edhasa)

Por primera vez están disponibles en español y en un solo volumen todos los cuentos del autor de La montaña mágica , incluyendo las nouvelles La muerte en Venecia y Tonio Kröger . Aunque los temas de las novelas se mantienen, en los cuentos, escritos a lo largo de toda la vida del autor, se revela otro costado de Mann, menos atado a la arquitectura que organizaba sus libros de más largo aliento.

CUENTOS REUNIDOS
Kjell Askildsen (cuento)
(Lengua de Trapo)

Todo un descubrimiento. Los relatos de este veterano escritor noruego, seleccionados para esta edición por Fogwill, son breves, secos y perfectamente desconcertantes. En ellos reina una falsa calma, que parece amenazada por cualquier detalle nimio y cotidiano.

DESARTICULACIONES
Sylvia Molloy (novela)
(Eterna Cadencia)

La escritora argentina radicada en Estados Unidos evoca en este libro desgarrador la enfermedad de una amiga en breves y contundentes capítulos, concentrados en anécdotas y detalles.

DESCUBRIMIENTOS
Clarice Lispector (crónicas)
(Adriana Hidalgo)

Con este volumen se completa la publicación en castellano de las crónicas que Lispector escribió para el Jornal do Brasil , todos los sábados desde el 19 de agosto de 1967 hasta el 29 de diciembre de 1973. El amor, el tiempo y la muerte son desmenuzados en textos inclasificables, capaces de hacer del acontecimiento más banal una historia extraordinaria.

DÓBERMAN
Gustavo Ferreyra (novela)
(Emecé)

Ganadora del premio Emecé 2010, esta novela confirma a Ferreyra como una de las voces más personales de la literatura actual. Ferreyra reconstruye la mente de Joaquín Riste, un hombre que, en los superficiales y megalómanos años noventa, observa el mundo con una mirada deformante que impide distinguir la realidad de sus alucinaciones paranoicas, habitadas por topos, conejos y dóbermans.

EL CASO SCHÖNBERG
Esteban Buch (ensayo)
(FCE)

En esta minuciosa y completísima investigación, subtitulada Nacimiento de la vanguardia musical , Esteban Buch revela los pormenores de la escandalosa recepción pública de las primeras obras atonales de Arnold Schönberg. El libro es también una historia sobre los límites y la honestidad de la crítica en un momento decisivo del arte del siglo XX.

EL CEMENTERIO DE PRAGA
Umberto Eco (novela)
(Lumen)

Eco vuelve a la novela con un homenaje a los folletines. El capitán Simonini, un piamontés dedicado a la fabricación de documentos falsos, accede gracias a su oficio a las intrigas políticas y los hechos sociales más relevantes del siglo XIX. Sus memorias son la clave para comprender el pasado y el presente.

EL CUADERNO GRIEGO
Arnaldo Calveyra (poesía)
(Adriana Hidalgo)

El poeta argentino vuelve a indagar la senda abierta por Maizal del gregoriano y Diario de Eleusis : sus breves versículos poéticos son cada vez más luminosos y, en su luz, cada vez más llenos de misterios y de evidencias.

EL DIVORCIO / EL ERROR
César Aira (novelas)
(Mansalva/Mondadori)

Dos nuevos capítulos en la gran aventura de Aira: probar que siempre es posible sostener una narración atrapante aunque se pulvericen las reglas de la novela. Un sinfín de historias se desatan: en El divorcio , cuando el toldo lleno de agua de un bar empapa a un transeúnte; en El error , tras pasar una puerta que lleva el título de la novela como advertencia.

EL DON DE LA VIDA
Fernando Vallejo (novela)
(Alfaguara)

En un banco del parque Bolívar en Medellín, el protagonista dialoga con la muerte. Mientras reconstruyen la larga lista de los muertos que el narrador ha visto en su vida, comparten opiniones sobre el sexo, la religión, la política, la familia y la vejez.

EL EXPEDIENTE ARCHER
Ross Macdonald (cuento)
(Mondadori)

Tras las huellas de Chandler, Macdonald le otorga la densidad de la tragedia clásica al policial negro con su Lew Archer, un investigador que descubre las profundidades psicológicas del crimen en el paisaje californiano. Este volumen reúne la totalidad de sus relatos breves e incluye narraciones inconclusas.

EL HILO Y LAS HUELLAS
Carlo Ginzburg (ensayo)
(FCE)

En estos ensayos, el historiador italiano analiza el límite borroso entre narración histórica y literaria. Ginzburg disecciona el pasaje de la historia político-militar decimonónica a la historia de las mentalidades y la microhistoria, para discutir la historiografía como invención.

EL ORIGINAL DE LAURA
Vladimir Nabokov (novela)
(Anagrama)

No se trata de una obra propiamente dicha, sino de la serie de fichas en que trabajaba el padre de Lolita al morir. La novela en construcción permaneció durante más de treinta años en la bóveda de un banco suizo y se transformó en un caso literario que sólo pudo develarse en 2010.

EL SACRAMENTO DEL LENGUAJE
Giorgio Agamben (ensayo)
(Adriana Hidalgo)

A partir de la afirmación de Paolo Prodi de que hoy se ha disuelto el juramento como vínculo solemne y totalizador, Agamben realiza una antropología filosófica sobre el acto de habla que confería al ciudadano su dimensión política.

ELLA
Daniel Guebel (novela)
(Mondadori)

El escritor argentino cuenta en esta novela un triángulo amoroso situado en el paisaje de un country de la provincia de Buenos Aires. Dos hombres intentan satisfacer los deseos de una mujer compartida a la que, en el fondo, nunca terminan de conocer. Con su prosa siempre precisa, Guebel interroga los misterios de los celos y los engaños del amor.Elsa Morante.

ELSA MORANTE. UNA ROMANA
Lily Tuck (biografía)
(Circe)

La autora retrata la personalidad de "una mujer inmensamente talentosa, apasionada, a menudo imposible, valiente, pendenciera, ocurrente, ambiciosa y generosa". Tuck repasa los avatares de la vida de la gran escritora italiana y analiza las obras y las amistades que mantuvo con intelectuales de la época.

EN EL AIRE
Graciela Speranza (novela)
(Alfaguara)

De Londres a Nueva York y de Nueva York a Londres, Bruno, un ilustrador que ya aparecía en Oficios ingleses , novela previa de Speranza, reconstruye de manera oblicua su historia familiar, entre el arte y el dolor por la dictadura militar.

ÉRAMOS UNOS NIÑOS
Patti Smith (autobiografía)
(Lumen)

La cantante y poeta, precursora del punk rock , revisa sus días de juventud en la Nueva York de los años sesenta. Centrada en su relación con el fotógrafo Robert Mapplethorpe, su narración es un fiel retrato de la vida bohemia y marginal de esa época.

GILLES DELEUZE Y FÉLIX GUATTARI. BIOGRAFÍA CRUZADA
François Dosse (biografía)
(FCE)

En este ingente libro, el historiador francés afronta el desafío de narrar dos vidas filosóficas, la del pensador Gilles Deleuze y la del psicoanalista Félix Guattari, a la vez que busca desentrañar las huellas de cada uno en la decisiva obra ( El antiedipo , Mil mesetas ) que escribieron en conjunto.

GRIETA DE FATIGA
Fabio Morábito (cuento)
(Eterna Cadencia)

Un pedicuro elabora historias a partir de huellas en la arena. Un escritor descubre un secreto en las correcciones que le hacen a su cuento. En los relatos del narrador y poeta mexicano, la curiosidad lleva a los personajes a hilvanar las mínimas manifestaciones del universo que los rodea.

INTIMIDADES CONGELADAS
Eva Illouz (ensayo)
(Katz)

La socióloga israelí presenta en este ensayo una singular hipótesis que muestra el revés de la dura realidad modelada por el capitalismo. Si bien esa organización social convirtió la actividad económica en su principal objetivo, también les otorgó un lugar central a la vida privada y a la expresión de las emociones en la realización del individuo.

LA BESTIA Y EL SOBERANO
Jacques Derrida (ensayo)
(Manantial)

Primera entrega de un seminario dictado por el fallecido filósofo francés entre 2001 y 2003, en el que se abocó a desbrozar la idea de soberanía, concepto clave de algunos de sus últimos libros. Con ejemplos que van de La Fontaine a Rousseau o Paul Valéry, Derrida aborda en estas clases, con rigor, las figuras animales de lo político.

LA ESCUELA DE FRÁNCFORT
Rolf Wiggershaus (ensayo)
(FCE)

Discípulo de Theodor W. Adorno, el alemán Rolf Wiggershaus ha escrito la que es, hasta el momento, la historia más completa de esta corriente filosófica del siglo XX que influyó decisivamente en la estética y la sociología.

LA HISTORIA DE LAS COSAS
Annie Leonard (ensayo)
(FCE)

La "heroína del medio ambiente", según la definió la revista Time , se dedica en este ensayo a la historia siniestra de los objetos. Desde una remera de algodón hasta un anillo de oro: cómo se obtuvieron los materiales, cuánta energía necesitó su producción, cómo se usaron y descartaron.

LA HUMILLACIÓN
Philip Roth (novela)
(Mondadori)

El fantasma de la vejez recorre la historia de los últimos años de Simon Axler, un actor de teatro sesentón, célebre en su juventud, que descubre que ya no puede convencer al público luego de sus fallidas interpretaciones de Macbeth y La tempestad .

LA ÚLTIMA NOCHE EN TWISTED RIVER
John Irving (novela)
(Tusquets)

El autor de El mundo según Garp regresa con una novela de carretera que relata la huida de un cocinero y su hijo, perseguidos por un policía que busca vengar un homicidio accidental. En ese derrotero por el norte de Estados Unidos y Canadá, Irving repasa medio siglo de historia.

LA VIDA ENTERA
David Grossman (novela)
(Lumen)

No es fácil lidiar narrativamente con una tragedia compleja como el conflicto árabe-israelí. Grossman propone una ficción con la densidad de las mejores novelas decimonónicas y una historia centrada, más que en los grandes hechos públicos, en la intimidad familiar.

LA VIDA FÁCIL
Richard Price (novela)
(Mondadori)

En esta febril novela, Price, uno de los guionistas de la serie The Wire, retrata una ciudad de Nueva York en perpetua transformación. Su relato oscila magistralmente entre la coartada policial y el mejor realismo.

LISBOA
Leopoldo Brizuela (novela)
(Alfaguara)

Tangos y fados marcan el ritmo melancólico de los sucesos ocurridos una noche de 1942, en la capital portuguesa, acosada entonces por la guerra. El cónsul argentino Eduardo Cantilo, Enrique Santos Discépolo, Tania y la cantante Amália Rodrigues, entre otros, protagonizan un encuentro en el que la pasión se impone sobre los anhelos de comunicación.

LOS AMANTES
John Connolly (novela)
(Tusquets)

La novela más oscura de la siempre oscura serie que el irlandés John Connolly le dedica a su personaje emblemático, el detective Charlie Parker. En esta ocasión, Parker investiga el suicidio de su padre y encuentra verdades difíciles de aceptar.

LOS DEMONIOS
Heimito von Doderer (novela)
(Acantilado)

El austríaco Von Doderer fue uno de los grandes escritores centroeuropeos del siglo XX. Los demonios , su obra cumbre, tardó décadas en ser traducida, pero la demora valió la pena. A través de un centenar de personajes, la novela retrata el final de toda una era, antes de la anexión nazi de Austria.

MARINA TSVETÁIEVA, MI MADRE
Ariadna Efron (biografía)
(Circe)

Conmovedor e inquietante retrato de la gran poeta rusa, que se quitó la vida bajo el estalinismo. Estos recuerdos, sin concesiones con la historia ni con la biografiada, fueron escritos por su propia hija.

NACIÓN Y NARRACIÓN
Homi K. Bhabha (ensayo)
(Siglo XXI)

El teórico de origen indio, pensador clave del poscolonialismo, dedica esta serie de ensayos, publicados en inglés en 1990, a la crítica de los conceptos esencialistas que justifican la idea de nación como unidad política e identitaria.

NOCTURNOS
Kazuo Ishiguro (cuento)
(Anagrama)

El primer libro de cuentos del autor de Los restos del día está dedicado a la música o, para ser más precisos, a algunos intérpretes que orillan la frustración, lejos de sus anhelos originales. Predomina el tono melancólico y, en alguna de sus páginas, un humor desopilante.

QUE EL VASTO MUNDO SIGA GIRANDO
Colum McCann (novela)
(RBA)

El 7 de agosto de 1974, un joven equilibrista francés desafió las alturas al atravesar sobre un cable la distancia entre las recién inauguradas Torres Gemelas. A partir de esa anécdota, el autor describe las experiencias de ese día en la vida de una infinidad de personajes.

RELATOS REUNIDOS
Hebe Uhart (cuento)
(Alfaguara)

Esta selección de narraciones, publicadas entre 1962 y 2004, es una excelente introducción a la obra de una de las autoras más originales de la literatura argentina, aunque poco conocida por el público masivo. Sus relatos y nouvelles son un notable registro de los modos de hablar de cierta clase media argentina y la visión del mundo implícita en ellos.

SI ALGUIEN TIENE QUE SER DESPUÉS
Juana Bignozzi (poesía)
(Adriana Hidalgo)

En cada una de las tres partes de su nuevo libro, la autora de Mujer de cierto orden despliega una tenue autobiografía construida entre el tono confesional y su pasión por el arte, no exenta del fantasma de la política.

SI ME QUERÉS QUEREME TRANSA
Cristian Alarcón (crónica)
(Norma)

En esta dura crónica social, política y literaria, Alarcón desciende al bajo Flores para contar cómo se vive y se muere en ese universo sin Estado. Sin prejuicios ni teorizaciones excesivas, el mundo de los "transas" (narcotraficantes) y sus guerras es retratado con vívida crudeza.

UNA VIDA DE PIERRE MENARD
Michel Lafon (novela)
(Lumen)

Una obra maestra casi secreta. El francés Michel Lafon rinde un homenaje a Borges y sus precursores al narrar la vida de Pierre Menard, el escritor que inspiró a Borges su famoso relato sobre la reescritura del Quijote . La historia está tan bien contada que a las pocas páginas uno se olvida de que Menard es pura invención.

VERANO
J. M. Coetzee (novela)
(Mondadori)

El Premio Nobel sudafricano, impertérrito buscador de nuevos caminos literarios, elabora una novela en que, entre pistas falsas y personajes reales o ficticios, se va construyendo un retrato -el del propio autor- que nunca puede darse por válido o confiable. Así, de manera magistral, Coetzee culmina sus "memorias", iniciadas con Infancia y Juventud .

Fuente: Diario La Nación, suplemento ADN CULTURAL (Argentina). Viernes 24 de diciembre de 2010.
Recomendado:

lunes, 27 de diciembre de 2010

Análisis de la figura del escritor italiano Umberto Eco. Entre “Apocalípticos e integrados”.

Escritor múltiple

Umberto Eco. ¿Quién es el autor de “El cementerio de Praga”? Unas líneas sobre la vida del escritor detrás de una de las novelas más polémicas de los últimos tiempos.

Por: Jorge Paredes Laos

Semiólogo, filósofo, amante de las bibliotecas; admirador de Borges y de Joyce y de las novelas de detectives; estudioso de la Edad Media, aficionado al cómic y a la cultura popular, el italiano Umberto Eco es uno de esos intelectuales difíciles de clasificar o mejor dicho de encasillar en unos cuantos saberes y títulos.

***

Nacido en Alessandría, una ciudad italiana del Piamonte, hace 78 años, Eco llegó tardíamente a la literatura después de haber desarrollado una carrera intelectual como filósofo, semiólogo, profesor universitario y ensayista, preocupado (o fascinado) por los cambios profundos que ya desde la posguerra experimentaba la cultura contemporánea con la entronización de medios masivos como el cine y la televisión.

Si bien sus primeros estudios se centraron en la Edad Media –su tesis con la que se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Turín estaba dedicada a Santo Tomás de Aquino (1954) y luego publicó “Arte y estética medieval” (1959)–, rápidamente se hizo conocido por la colección de ensayos “Apocalípticos e integrados” (1964). Un libro que exploraba la naciente cultura de masas y que partía en dos a la intelectualidad de la época: aquellos que veían con optimismo este fenómeno (integrados) y quienes vislumbraban el fin de una alta cultura ilustrada a partir del auge de la masificación (apocalípticos).

Eco analiza y critica estas posturas y desde entonces se convierte en una voz autorizada para escribir y comentar desde los campos de la filosofía y la semiótica todos los cambios operados en la comunicación y la cultura contemporánea.

***

Sin embargo, su salto a la literatura le cambiaría la vida. Lector apasionado de Joyce, Borges y Kafka; entusiasta defensor del cómic y aficionado a las aventuras de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle y estudioso de la Edad Media, Eco va cuajando con el tiempo la historia que lo haría entrar por la puerta grande a la literatura contemporánea: “El nombre de la rosa” (1980). Un libro complejo, disfrazado de novela policial, en el que desarrolla una historia fascinante en el siglo XIV, cuando reírse podía ser también algo subversivo.

En una reciente entrevista al diario español “El País”, cuando le preguntaron por qué decidió ser escritor a los 48 años, Eco respondió: “Uno: porque me apetecía […]. Dos: porque siempre me ha gustado narrar […]. Porque en 1975 conseguí la cátedra y no podía desear nada más en la vida. […] Porque un día vino a verme una amiga y me dijo que estaba preparando una colección de novelas policiacas escritas por no narradores: se lo estaba pidiendo a políticos, sociólogos… Todos libros de cien páginas. Yo le dije que no, que no podía escribir un libro policiaco; en primer lugar porque no sé escribir los diálogos; además, si tuviera que escribir un libro sería una locura medieval y tendría 500 páginas. Llegué a casa y empecé a redactar una lista de nombres. La otra respuesta es que tenía casi 50 años. A los 50 años, los señores dejan plantada a la mujer y se fugan con una bailarina. Yo, en cambio, escribí una novela: menos dispendioso y menos pecaminoso. Las razones son infinitas y ninguna. La única es esta: mire la línea de mi vida, llega hasta aquí, se para y vuelve a empezar. ¿Qué quiere decir esto? Que aquí tuve un accidente, perdí la memoria y empecé una nueva existencia; o que aquí dejé de ser solo un profesor y empecé a ser un novelista, a ganar más dinero, y mi vida cambió”.

***

Y de hecho la vida de Eco cambió. Sus novelas posteriores, escritas en los últimos treinta años (“El péndulo de Foucault”, “La isla del día de antes”, “Baudolino”, “La misteriosa llama de la reina Loana”) han sido bien recibidas por la crítica y los lectores, y han tenido siempre un talante histórico y mucha imaginación, aunque ninguna ha generado tanta polémica como esta última, “El cementerio de Praga”, catalogada de antisemita, pues tiene como blancos a la iglesia y a los judíos. Como para avivar el fuego de la polémica.


Fuente: Diario El Comercio, suplemento cultural "El Dominical". 26 de Diciembre del 2010.
Recomendado:

viernes, 17 de diciembre de 2010

Rivalidades entre grandes escritores del siglo XX.

UN REPASO DE CUATRO POLÉMICAS LITERARIAS DEL SIGLO XX

Iras contemporáneas

Por: Moisés Sánchez Franco (Escritor)

La literatura siempre ha sido un territorio donde los egos y los puntos de vista han colisionado, a veces con humor, a veces con violencia. Es fama el intercambio de pullas entre Quevedo y Góngora, la discusión entre Lope de Vega y Cervantes, así como los debates literarios entre Tolstoi y Gorki, que llevó a este último a escribir un libro parricida, Recuerdos de Tolstoi, Chejov y Andreiev, donde cuestiona la díscola, conservadora, y aristócrata personalidad del autor de Resurrección. Pero en los últimos cuarenta años los debates han continuado: los intelectuales han perdido la compostura, han declarado catilinarias, han escrito libelos y han provocado las pasiones más exaltadas, así como las decepciones más profundas. A continuación presentamos cuatro de las polémicas más saltantes que han alimentado la chismografía literaria.


ARGUEDAS VERSUS CORTÁZAR

Cuando cerraba la década del sesenta, una polémica sacude a la literatura Latinoamericana: el debate entre Arguedas y Cortázar, altercado que bien resume la discusión entre cosmopolitas y telúricos. En su famosa "Carta a Roberto Fernández Retamar", enviada desde París en mayo de 1968, el argentino Julio Cortázar afirmó que un escritor alejado de su país e instalado en el viejo mundo podía descubrir con efectividad las auténticas raíces de lo latinoamericano. Cortázar renegaba del telurismo afirmando que éste le resultaba "completamente ajeno" y "hasta aldeano". Estas ideas provocaron la ira de Arguedas que respondió con un adelanto de su novela El zorro de arriba y el zorro de abajo publicado en la revista Amaru meses después. Allí Arguedas reconoce la aguijoneante genialidad de Cortázar, pero aclara que: "Todos somos provincianos, don Julio. Provincianos de las naciones y provincianos de lo supranacional". Cuando parecía que la discusión había terminado, un año después, Cortázar replica, esta vez desde la cosmopolita revista Life, diciendo que estaba de acuerdo con aquello que todos éramos provincianos, pero que "existe una diferencia entre ser un provinciano como Lezama Lima, que precisamente sabe más de Ulises que la misma Penélope, y los provincianos de obediencia folklórica para quienes la música de este mundo empieza y termina en las cinco notas de una quena". Como era de esperarse estas declaraciones causaron en Arguedas una profunda molestia, la cual volcó en su artículo "Un inevitable comentario a unas ideas de Julio Cortázar" publicado en El Comercio en junio de 1969. Allí el escritor peruano aclara que las quenas modernas tienen más de cinco notas y que para recordarle ese detalle a Cortázar le ha dedicado un jaylli quechua. Años después, en el Tercer diario, publicado en El zorro de arriba y el zorro de abajo, Arguedas aseguró que don Julio quiso ningunearlo. Con ánimo de revancha, el autor de Yawar fiesta, en una fina humorada helenística, retrata a Cortázar como un ser ridículamente mitológico, que "cabalga en flamígera fama como sobre un gran centauro rosado".


VARGAS LLOSA VERSUS GRASS

En 1985, en la reunión del PEN club en Nueva York, Mario Vargas Llosa sugirió que los intelectuales latinoamericanos muchas veces se convierten en aliados ideológicos de los tiranos de izquierda, de aquellos enemigos de la democracia. Sin remilgos llamó a García Márquez "cortesano" de Fidel Castro. Estas declaraciones enfadaron al novelista alemán Günter Grass, quien, enterado de lo sucedido, no dudó en exhortar a Vargas Llosa a que se desdijera, pues no aceptaba aquello de escritor cortesano para denominar a García Márquez, ni tampoco toleraba sus críticas a los intelectuales de izquierda (a quienes sí consideraba democráticos) ni a los gobiernos comunistas latinoamericanos, que representaban para él verdaderos paraísos culturales. Entonces Vargas Llosa declaró que no entendía como alguien que rechazaba la existencia de gobiernos comunistas en Europa veía con buenos ojos los sistemas totalitarios de izquierda en Latinoamérica. Como el cruce de palabras llenó varias portadas de diarios europeos, la Universidad Menéndez y Pelayo de Barcelona invitó a ambos escritores a un debate público. Vargas Llosa se mostró predispuesto a conversar, pero Grass rechazó la invitación. Todo parecía haber terminado. No obstante, el autor alemán arremetió nuevamente, esta vez ante un ausente Vargas Llosa, en una sesión de la reunión del Pen club llevada a cabo en Hamburgo, en 1986. Allí Grass volvió a conminar a Vargas Llosa para que retirada sus declaraciones, so pena de declararlo "interlocutor inválido". El escritor peruano se defendió de ese ataque artero mediante la "Carta a Günter Grass", donde cuestiona el 'curioso' estilo del alemán para polemizar con un contrincante ausente y afirma que el autor de El tambor de hojalata desconoce la política latinoamericana. Además acusa al autor germano de no manejar un concepto adecuado de democracia y confiesa la decepción que lo embarga al descubrir el verdadero rostro político de su colega teutón. Concluye diciéndole que esta polémica dificultará "la posibilidad de que alguna vez sean amigos". Una anécdota reciente nos permite ver que la herida sigue abierta. En el 2006, el escritor ario publicó sus memorias tituladas Pelando la cebolla, donde confesó que a los 17 años había formado parte de la milicia nazi. La declaración, como era de esperarse, causó gran revuelo. Entre los opinantes estuvo Vargas Llosa, quien afirmó que "Grass era menos perfecto de lo que muchos nos han hecho creer".


TABUCCHI VERSUS ECO

En 1997, la policía italiana descubrió que un grupo de jóvenes acomodados se divertía provocando accidentes al lanzar piedras a la autopista desde lo alto de un puente. Este hecho singular despertó la opinión de diversos intelectuales italianos. Harto de la cháchara, Umberto Eco escribió un artículo titulado: "El primer deber de los intelectuales: permanecer callados cuando no sirven para nada". El autor de El nombre de la rosa postulaba que "los intelectuales solo son útiles a largo plazo", pues sus opiniones no pueden cambiar la mentalidad de las autoridades, aunque sí pueden influir en el pensamiento de los poderosos venideros. Eco aseguraba que, en el momento que ocurren los problemas, los intelectuales tienen poco qué decir y "pedir su palabra alada es tan inútil como reclamarle a Platón un remedio contra la gastritis". Esta postura pasiva y conservadora provocó la reacción de otro gran escritor italiano, Antonio Tabucchi, quien respondió a Eco con un libro mordaz: La gastritis de Platón. En él, mediante una carta abierta a Adriano Sofri, un intelectual italiano de izquierda condenado injustamente a la cárcel, defiende la participación activa del escritor en los fenómenos sociales. Para Tabucchi, Eco aún tiene en la mente la idea del escritor excéntrico y díscolo y descuida a aquel otro escritor comprometido y activista, como Sofri, que busca cambiar la suerte de la sociedad, que defiende la multiplicidad de perspectivas sobre un mismo asunto y que reclama, con valor e insistencia, que los escritores no sean simples figuras ornamentales.


THEROUX VERSUS NAIPAUL

Hace algunas décadas, en una universidad de Kenya, el joven norteamericano y aspirante escritor Paul Theroux conoció al ya literato y elocuente V. S. Naipaul. El americano no tardó en considerar al inglés como su modelo y mentor. Para conocerlo más, el autor de La costa de los mosquitos no dudó en ser su chofer e incluso en convertirse en el hombre que le hacia los mandados. Naipaul en compensación le instruía sobre cómo convertirse en un genio de la literatura. Desde sus primeras publicaciones, Theroux le regalaba constantemente sus libros autografiados a su maestro; Naipaul los recibía con agrado y prometía conservarlos. Con el paso de los años, Theroux notó que sus triunfos no eran bien observados por su maestro. Mucho tiempo después, cuando ya era un escritor consolidado, el escritor norteamericano sufrió una grave decepción: encontró todos los libros que había escrito y le había regalado a su maestro de remate en una librería on line. Este suceso generó la ira de Theroux, quien despotricó contra su otrora mentor en La sombra de Naipaul (1998). Con humor y apelando a la infidencia, el escritor americano narra como Naipaul intentó vanamente suicidarse con gas poco antes de publicar su primer libro. No duda en describir a su ex amigo como un esposo cruel y machista, además de perfilarlo como un intelectual que subestimaba la producción literaria africana, al punto de llegar a emitir afirmaciones racistas. El autor de Chicas que juegan asevera que Naipaul, durante su permanencia en Kenya, declaró que cuando los blancos se fueran del continente, África sucumbiría en la más catastrófica barbarie.

Fuente: Diario El Comercio, suplemento "El Dominical" (Perú). 13 de julio de 2008.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Los clásicos o long-sellers (superventas de largo recorrido) de la literatura. Novedades en traducciones y ediciones.

Los clásicos pasan la 'operación renove'

De Homero a Tolstói, Hemingway, Steinbeck y Mishima, las grandes obras de la literatura regresan con nuevas traducciones, ediciones asequibles y portadas de diseño.

Por: Abel Grau

Son textos que cuanto más creemos conocer de oídas, más nuevos, inéditos e inesperados nos parecen cuando los leemos, según escribió Italo Calvino. Los clásicos son los grandes long-sellers (superventas de largo recorrido) de la literatura y, quizá por ello, cuando parece que la crisis azota con fuerza al sector editorial , se relanzan de nuevo. Como si se tratara de una enésima operación renove editorial, los textos universales, de Homero, Esquilo y Horacio a Tolstói, Hemingway, Mishima y Steinbeck, vuelven con nuevas traducciones, ediciones más asequibles y portadas de diseño, en una apuesta mayor por obras de solvencia contrastada.

El regreso de los modernistas

La literatura modernista, la que desmanteló la novela decimonónica y reconfiguró sus coordenadas a principios del siglo XX, regresa con nuevas traducciones y reediciones de Faulkner, Hemingway y Joyce. Del gran cronista del sur profundo de EE UU se reedita su obra cumbre, El ruido y la furia, el fragmentado retablo sobre la familia Compson en el condado imaginario de Yoknapatawpha, traducido por Ana Antón Pacheco. Y se rescata el resto de las incursiones de Faulkner en la decadencia del antiguo orden sureño, recorriendo el trasunto ficcional del estado de Mississippi: Santuario (traducida por José Luis López Muñoz), que aborda la cuestión de la violación, El villorrio y Sartoris, y Luz de agosto (todas en Alfaguara). Se reedita, además, Las palmeras salvajes (Siruela), historias de condena y redención en la personal traducción de Jorge Luis Borges, y la satírica Mosquitos (Alfabia), que retrata en clave de humor la vida en un crucero. Además, todos los cuentos de Faulkner han sido publicados recientemente en un volumen en Alfaguara.

Junto a Faulkner, llega un nuevo Hemingway y el primer Doctor Zhivago vertido directamente del ruso. Del autor de ¿Por quién doblan las campanas? se publica El viejo y el mar (Lumen), la última gran novela de Hemingway, sobre un viejo pescador cubano que emprende la caza de un gran pez, con una nueva versión de Miguel Temprano García. El relato trágico sobre los últimos días del imperio ruso y el auge de la Unión Soviética se rescata directamente del original en una versión de Marta Rebón en Galaxia Gutenberg. En el caso del Ulises (Lumen), de James Joyce, la peripecia dublinesca de Leopold Bloom vuelve en una reedición de la traducción bella aunque libre de José María Valverde.

Ochenta años después del mayor terremoto económico del siglo XX, uno de los retratos más desoladores de aquella Gran Depresión sigue siendo Las uvas de la ira, de John Steinbeck. El via crucis del clan de campesinos Joad desde Oklahoma hacia una California mítica y con trabajo para todos recupera gran parte de la fuerza del original con una nueva traducción de Pilar Vázquez Álvarez en Tusquets. Es una de los regresos más destacados de esta operación renove, junto a Un puente sobre el Drina (RBA), de Ivo Andric, en la primera traducción directa del serbocroata al castellano, firmada por Luisa Garrido Ramos y Tihomir Pistalek. Gran ocasión para adentrarse en esta cumbre de la literatura centroeuropea, un ambicioso fresco que recorre los siglos de convivencia en el mosaico étnico y religioso de los Balcanes.

De la Sicilia de Sciascia al Manhattan de Doctorow

Entrados en el siglo, están el italiano Leonardo Sciascia, el estadounidense E. L. Doctorow y el japonés Yukio Mishima, de cuya muerte se cumplen 40 años el 25 de noviembre. De Sciascia se publica la antología de cuentos que seleccionó el propio autor, El mar color del vino (Tusquets) , en versión de Juan Manuel Salmerón. Contiene relatos como 'El largo viaje', 'La retirada', el 'Juego de sociedad', entre otros, que ofrecen una buena muestra de la narrativa del autor de Todo modo y El caso Aldo Moro.

E. L. Doctorow es autor de un grupo de novelas sobre la historia de Nueva York que aborda la vida en la ciudad desde finales del siglo XIX. Su producción más significativa regresa en la editorial Miscelánea , con Ragtime, que arranca con el cambio de siglo , Billy Bathgate (en versión de César Armando Gómez), aproximación al ocaso del mafioso Dutch Schultz, La feria del mundo, un gran fresco sobre la fascinante vida de Nueva York vista por un niño y que arranca durante la miseria de la Gran Depresión, (traducida por César Armando Gómez) y Ciudad de Dios (Damián Alou), sobre la Gran Manzana a finales de siglo XX.

El japonés Yukio Mishima falleció hace 40 años tras practicarse el suicidio ritual del seppuku. Coincidiendo con la conmemoración se publica Confesiones de una máscara, la novela autobiográfica convertida en un clásico de las letras niponas, en la primera traducción directa del japonés de Carlos Rubio y Rumi Sato. También se publican, El sol y el acero y Nieve de primavera, todas en Alianza editorial.

Tolstói lidera el retorno ruso

Tolstói lidera una oleada de títulos rusos, entre nuevas traducciones, reediciones y biografías. "Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo", arranca Anna Karénina, en la estupenda traducción de Víctor Gallego, reedita ahora por la editorial Alba, y que es una de las avanzadillas del centenario de la muerte del autor (1828-1910), que se cumple el próximo sábado, 20 de noviembre. Otro adelanto es la reedición de Guerra y Paz, en la traducción de Lydia Kúper de 2003, en El Aleph. El ambicioso fresco sobre las campañas napoleónicas en Rusia abre la colección dedicada a las letras rusas de la editorial El Aleph y Mario Muchnik. Una vuelta a la obra de Tolstói que se completa con la biografía El viejo León, de Mauricio Wiesenthal.

La coincidencia del año de Rusia en España y del año de España en Rusia en 2011 servirá de marco para fijarse en inéditos, como la recién recuperada producción periodística de Fiódor Dostoievski, en Diarios de un escritor (Páginas de Espuma) , y regresar a un puñado de clásicos rusos como la mencionada Doctor Zhivago, o a la obra de Antón Chéjov, de quien se reeditan varios títulos. Chéjov comentado (Nevsky Prospects), reúne 16 cuentos comentados por otros tantos autores, como Ricardo Menéndez Salmón, Luis Alberto de Cuenca y Eloy Tizón. La traducción la firman James y Marian Womack. También se recupera el cuento La dama del perrito (Nórdica), traducido por Víctor Gallego e ilustrado por Javier Zabala, y La gaviota. Tío Vania (Alba editorial), una edición que recoge dos de las obras teatrales cumbres del dramaturgo ruso, traducidas por Jorge Saura y Bibicharifa Jakimziánova.

Grecolatinos con nuevas voces

Homero puede tener voces muy dispares, según la traducción. La Odisea comienza así en la de José Manuel Pabón, en Gredos: "Musa, dime del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado el alcázar sagrado de Troya, conoció las ciudades y el genio de innúmeras gentes". Y así en la de Carlos García Gual, en Alianza: "Háblame, musa, del hombre de múltiples tretas que por muy largo tiempo anduvo errante, tras haber arrasado la sagrada ciudadela de Troya, y vio las ciudades y conoció el modo de pensar de numerosas gentes".

Ambas ediciones se acaban de reeditar. En el caso de Gredos, la editorial acaba de iniciar el lanzamiento en bolsillo de su colección de literatura grecolatina en español, con sus veteranos volúmenes azul marino traslados en formatos más baratos. "Con 400 títulos, es la mejor del mundo en castellano", sostiene Manel Martos, editor de Gredos y RBA. La traducción de las Sátiras de Horacio, por ejemplo, a cargo de José Luis Moralejo, recibió el año pasado el Premio Nacional de Traducción. Pero, reconoce Martos, "son volúmenes académicos, algo elevados, y tienen un precio poco asequible para un público amplio".

Por ello han acometido por primera vez la edición en rústica de sus títulos más destacados -"la Odisea, la Ilíada, los diálogos de Platón, el teatro de Esquilo y Sófocles, las fábulas de Esopo". Con portadas ilustradas, nuevos prólogos y, sobre todo, a mitad de precio. "Con las mismas traducciones y a precios para un número mayor de lectores, más joven y con menos recursos económicos".

Gredos ha publicado 30 títulos desde abril, y en un año tienen previsto que sean 60. "Hace 30 años que se ofrece la Odisea a 30 euros y ahora está disponible a 15". El lanzamiento busca también, claro, disputar el mercado de los clásicos grecolatinos de bolsillo a los sellos tradicionales: Cátedra, Espasa-Calpe y Alianza, que justo acaba de publicar dos estupendas traducciones en prosa de la Ilíada y la Odisea, firmadas por Óscar Martínez García (nueva) y Carlos García Gual (reedición), respectivamente, en una cuidada edición en cartoné.

Portadas de diseño

Junto a las nuevas traducciones y las reediciones, se apuesta también por la ilustración y las portadas de diseño. Ya son una referencia las que diseñó Daniel Gil para la colección de bolsillo de Alianza en los años ochenta. Para recuperar el espíritu de aquellas ilustraciones, la editorial relanza el sello completamente renovado. Ha encargado al diseñador Manuel Estrada que componga las imágenes de títulos como El guardián entre el centeno, los Cuentos de Edgar Allan Poe, Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, El capital, de Karl Marx, y El señor de las moscas, de William Golding, entre otros. Se trata de ediciones con un tamaño y un cuerpo de letra mayores. Entre los nuevos clásicos ilustrados destaca la Odisea, en la histórica versión al catalán de Carles Riba, que firma el pintor Frederic Amat para el Grupo Enciclopèdia Catalana , y El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson, con ilustraciones de Marta Gómez-Pintado, en la editorial Nórdica.

Castellano medieval

Otros títulos no están escritos en una lengua extranjera pero casi. Porque al lector de hoy le puede resultar muy complicado el castellano del Cantar de Mío Cid, del siglo XIII, o el del Libro de buen amor, del XIV. Por ello la editorial Castalia recupera la colección Odres Nuevos, lanzada hace más de medio siglo, que ofrecía traducciones al castellano actual. Sus títulos, cuyas ediciones habían quedado algo desfasadas, se reeditan con nuevas portadas y un cuerpo de letra mayor. "En un momento de crisis, un clásico siempre es una apuesta segura, en cambio una novedad es algo más incierto y te juegas el presupuesto". Se abre con el Poema de Mío Cid y el Conde Lucanor, y seguirá con el Libro de buen amor, en la excelente versión de María Brey Mariño, y el Amadís de Gaula.

Una oleada editorial que presenta una ocasión estupenda para volver o acercarse por primera vez a los títulos universales. Esos para los que, como escribía Calvino, de nada sirven las recomendaciones. "Si no salta la chispa, no hay nada que hacer, no se leen los clásicos por deber o por respeto, sino sólo por amor".

Clásicos del reportaje

Una tradición de testimonios de primera mano que se remonta a Plinio El joven y su crónica de la erupción del Vesubio y la destrucción de Pompeya es la que recoge el volumen Reportajes de la historia: Relatos de testigos directos sobre hechos ocurridos en 26 siglos (Acantilado). Se trata de una ambiciosa antología de casi tres mil páginas coordinada por los eruditos Martín de Riquer y Borja de Riquer. Los textos reunidos comienzan con el relato de la peste que azotó Atenas en el 430 antes de Jesucristo hasta la guerra de Irak en 2003. Entre esos dos límites se incluyen la crónica sobre las maravillas de Asia del comerciante veneciano Marco Polo y el hallazgo de la tumba del faraón Tutankhamón en 1922 por el egiptólogo británico Howard Carter, hasta el nacimiento del Estado de Israel, en 1948, narrada por Ben Gurión, la lucha contra el régimen segregacionista del Apartheid en Sudáfrica entre 1948 y 1994 (Nelson Mandela) y el hundimiento de la Unión Soviética en 1991 (Mijaíl Gorbachov). Una recopilación que repasa también la historia de España con los relatos del las Navas de Tolosa de 1212, la batalla de Lepanto de 1571 (fray Miguel Servia), el motín de Aranjuez de 1808 (Manuel Godoy) y la transición, con textos de Adolfo Suárez, Alfonso Guerra y Santiago Carrillo. Rescate de grandes reportajes que coincide con la publicación de Regreso a Berlín (Debate), del reportero estadounidense William Shirer, que reúne las crónicas sobre la posguerra en la derrotada Alemania nazi, y que completan su testimonio de la Segunda Guerra Mundial, iniciado con Diario de Berlín, donde registra el ascenso del nazismo en el nacimiento del Tercer Reich.

Vampiros y fantasmas con solera

La literatura de terror también tiene su momento: se reedita la clásica antología Vampiros (Atalanta), con prólogo de Jacobo Siruela, que reúne algunos de los mejores relatos de chupasangres, desde el fundacional de J. W. Polidori, con un vampiro de ecos byronianos, a los de Poe, Tolstói, Baudelaire a Richard Matheson, autor de Soy leyenda. Los relatos de espectros se reúnen en ¿Quién anda ahí? (Valdemar), con textos de Le Fanu, Maupassant, Stoker y Conan Doyle, entre otros. ­­También regresa Cumbres borrascosas (Valdemar), de Emily Brontë, en versión de Rafael Santervás. El mismo sello reedita los Cuentos completos de Franz Kafka, y los de Oscar Wilde en sendos volúmenes de bolsillo en cartoné, en versiones, respectivamente, de José Rafael Fernández Arias y Mauro Armiño (Premio Nacional de Traducción 2010).

Fuente: Diario El País (España). 18/11/2010.

sábado, 30 de octubre de 2010

"Palabra Viva", Recopilación de textos de escritoras y escritores desaparecidos durante la dictadura militar argentina.

Quisiera que me recuerden

JOAQUIN ENRIQUE ARETA (*)

Quisiera que me recuerden sin llorar
ni lamentarme
quisiera que me recuerden por haber hecho caminos
por haber marcado un rumbo
porque emocioné su alma
porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados
porque interpreté sus ansias
porque canalicé su amor.

Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices
la seguridad de los justos
el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores
con comprensión por mis debilidades
con cariño por mis virtudes,
si no es así, prefiero el olvido, que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre.


La obra Palabra Viva es una recopilación de textos de escritoras y escritores desaparecidos durante la dictadura militar. Contiene textos de 71 de esos autores y de 32 solo se publican datos biográficos porque ha sido imposible hasta el momento encontrar sus textos.

La Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina -SEA- realizó un trabajo de tres años para recopilar los textos y las biografías de las escritoras y . La CONABIP apoyó la sitematización realizada por la SEA y colaboró con la edición.


(*) Poeta y trabajador correntino desaparecido el 29/6/78

Fuente: diariodigitalglobal.com.ar

Ver: Néstor y su mensaje eterno

Sobre el sentido del fuego. El hombre y la llama de su ser.

Eduardo Galeano: "Néstor Kirchner será un fuego difícil de apagar"

Consultado sobre la desaparición física de Kirchner, Galeano señaló que "según me dijeron en la costa colombiana, un hombre viejo, pobre, pescador negro pudo subir al alto cielo y desde el alto cielo vio la tierra".

"A la vuelta contó y dijo que los humanitos somos un mar de fuegos, hay fuegos grandes, fuegos chicos y fuegos de todos los colores".

"Ningún fuego es igual a otro fuego. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros fuegos arden la vida con tantas ganas que no se pueden mirar sin parpadear y quien se acerca se enciende".

"Néstor Kirchner fue uno de esos fuegos y será difícil apagarlo".

lunes, 11 de octubre de 2010

Entrevista al pintor Fernando de Szyszlo, el mejor amigo de Mario Vargas Llosa.


“MVLL tiene la capacidad de ver el bien y el mal”

Por: Mariella Balbi

La Academia Sueca le otorgó el Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa (MVLL) por su “cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”. ¿Es una buena síntesis?

Es una definición enrevesada y barroca, pero la comparto. No me gusta la palabra cartografía, no veo su relación con la literatura. Tal vez hay un problema de traducción.

De cualquier forma, MVLL explora en sus novelas y ensayos las estructuras del poder.

Sin duda. Y le interesa mucho mostrar al individuo frente al poder. Los libros que más me gustan de la obra de Mario son los que hablan de la orfandad del individuo frente a la sociedad, que es Varguitas en “La ciudad y los perros”, escribe poemas y cartas para sus amigos y les cobra, además es verdad. También “La guerra del fin del mundo”. José Miguel Oviedo, que ha leído “El sueño del celta”, dice que es el mejor libro que ha escrito Mario. Ahora Oviedo se suele exaltar [ríe]. Al releer “La ciudad y los perros” encuentro que es impresionante, lo escribió a los 26 años, la manera de narrar es ‘faulkneriana’ y, sin duda, el Jaguar es un personaje tremendo. La maldad humana está muy bien retratada, pero a la vez de manera muy natural. Relata cosas que uno no está acostumbrado a leer, desnuda a los personajes.

¿“La guerra del fin del mundo” es una metáfora de la fuerza de las ideas? Antonio Conselheiro es de una consecuencia demencial.

Es un personaje increíble, tenaz, fuerte, capaz de concitar adhesiones totales. En la exposición sobre Mario que se hizo acá y se llevó a París yo escribí una carta de elogio que resume lo que pienso y siento por él. Admiro su coherencia, su coraje, la falta de flexibilidad en sus ideas fundamentales. No porque sea una persona anquilosada, que al encontrar una cosa ya no se mueve de ahí, uno ve que en su vida su manera de pensar ha ido cambiando. Está viendo una luz diferente, pero con la misma convicción. Algo fundamental en el pensamiento de Mario es su desengaño de Sartre. Estaba fascinado con él, pero cuando vio su rigidez, su comunismo tan inamovible, se orientó hacia Malraux, hacia el humanismo. Sin aspavientos, Mario tiene la capacidad de ver el bien y el mal, es un escritor de instinto moral, es como Gide, Camus. Lo que cuenta es el criterio moral. Si te das cuenta, Mario no ha dicho nunca algo que no sienta, ni aun cuando no le convenía. En la campaña del 90 dijo que la clase media debía pagar un poquito por la educación para mejorarla, lo que le costó muchos puntos. En México, dijo que el PRI era una dictadura perfecta y hace poco cuando fue a Venezuela le dijeron que no podía dar opiniones políticas. Le respondió al funcionario: No puedo creer que en la tierra de Bolívar, libertador de América, se me diga qué puedo decir y qué no. Luego Chávez anunció que debatiría con él y cuando Mario aceptó, desistió y quiso mandar a sus asesores.

Usted, que es su buen amigo, ¿cómo concilia MVLL su mirada política del mundo, basada en la ética y los valores, con la capacidad para conmover con su fantasía literaria a lectores de todo el mundo?

Y a gente que no comparte siquiera sus ideas. Acá en el Perú el regocijo ha sido unánime, salvo el fujimorismo, pero no lo ha manifestado. El cardenal Cipriani dijo que no había leído ninguna novela de Mario porque tenía la impresión de que era un poco escabroso. Igual dijo Fujimori, que el único libro que leyó, “El elogio de la madrastra”, le pareció pornográfico. Mario es un talento innato, para escribir “La ciudad y los perros” a los 26 años tiene que serlo. Como él dijo alguna vez: “La literatura es fuego”. Y también es una forma de escapar de la precariedad, de la fugacidad de la condición humana.

¿Coinciden con MVLL en gustos literarios?

En mi caso yo soy admirador de Proust y Mario de Flaubert, casi una antípoda. Proust es más introspectivo, es conocerse a sí mismo y a través de ello a los demás. Flaubert quiere participar en la acción. Con Mario hemos conversado de esto, creo que ha cambiado, antes lo encontraba más negativo con relación a Proust, lo veo más sensible hacia este.

¿Y usted está más sensible a Flaubert?

[Ríe] La verdad, sí. “La orgía perpetua”, ese gran ensayo de Mario sobre Flaubert, es muy apreciado por los franceses, a pesar de que ellos son tan nacionalistas en materia de su literatura.

¿Cuántos años mayor que MVLL es usted?

Once años, cuando lo conocí, él tenía 22 y yo 33. Aún no había escrito mucho, solo un cuento que ganó un premio y fue a París por dos semanas. Sebastián Salazar Bondy lo llevó a mi casa porque antes de viajar quería publicar una edición de poemas de César Moro, Mario quería que le hiciera un grabado para la carátula. Ya te imaginas, una publicación de poesía, creo que tenía 25 ejemplares [ríe].

¿Y qué pensó de MVLL en ese momento?

Tuve una química inmediata, si estás en esa onda es muy fácil comunicarse con él. Mi manera de sentir y de pensar las cosas se parecen mucho a las suyas. A veces pienso en algo y cuando hablo con él veo que compartimos la misma posición. Mario se fue a París y regresó para casarse con Patricia, había dejado a la tía Julia, nos volvimos a reunir y comenzó una amistad mucho más regular.

Sin pretensión o huachafería, usted es tal vez el mejor amigo de MVLL.

Soy un buen amigo.

Cuando hicimos el libro con usted, me dijo que sus conversaciones eran políticas, literarias, pero nunca personales.

Nunca de confidencias. Borges decía en un cuento, creo que te lo dije: “Estrechó –el verbo es exagerado– una de esas amistades inglesas que comienzan evitando las confidencias y terminan evitando las palabras”. Seguro es una cuestión personal, una manera de ser, con ‘Cartucho’ Miró Quesada, un amigo muy querido, era igual. Él vivía un drama sentimental, personal en su matrimonio, y yo también, pero jamás cruzamos una palabra sobre ello. Ambos sabíamos lo que le pasaba a cada uno, pero nunca lo conversamos. Lo mismo me pasa con Mario. Es que yo no soy confesional.

¿Qué los une? ¿La pasión por la literatura?

Y el interés por la política.

¿Alguna vez han discrepado?

No. Es decir, al inicio él estaba más a la izquierda, pero después no. A mí me sirvió mucho la experiencia del surrealismo con Octavio Paz, me alejó definitivamente del sectarismo estalinismo. Y Mario pasó por ahí cuando estuvo en San Marcos, con el grupo Cahuide; me parece que el padre de Ollanta Humala tenía algo que ver ahí. Pero nunca discrepamos porque Mario no era sectario, a pesar de haber sido castrista.

¿Diría que los une el profundo respeto por la libertad?

Por la libertad, por el individuo. Quizá yo sea más pesimista, en mí yo siento más la presencia de la muerte que en Mario.

Él dijo en una entrevista que le hice que no temía a la muerte.

Yo no le temo, lo que temo es perder la vida [ríe]. Es que me gusta mucho. A mí me atormenta más el tema, claro que yo soy más viejo, Mario tiene 74 años y yo 85.

Usted acompañó a MVLL en su investigación para la novela “El paraíso en la otra esquina”.

La novela sobre Gauguin tuvo un proceso lindo. Nos encontramos en París. Gauguin siempre me interesó. Un poco yo comencé a pintar cuando leí “La luna y seis peniques”, una biografía disfrazada de Gauguin, porque yo estudiaba arquitectura. Mario me contó que estaba escribiendo esa novela y me dijo que quería ver dónde había vivido Gauguin en Pont Aven, en Bretaña. Él vivía ahí con un grupo de artistas, tenía una personalidad muy fuerte, siempre tenía gente alrededor.

Entre ellos Van Gogh…

Sí. Fuimos a la pensión donde vivía y al puerto de Concarneau. Cuando regresó de su primer viaje a Tahití, Gauguin llegó ahí y se presentó con una javanesa espectacular, se ponía plumas en la cabeza. Unos marineros le hicieron unas bromas insultantes y Gauguin salió a defenderla. Pero se le trabó una pierna en una de las maderas del muelle y se la rompió, quedó para siempre. También fuimos al asilo donde Van Gogh estuvo internado. Mario estaba totalmente documentado, le enseñé un Cristo gótico de donde sale el Cristo amarillo de Gauguin. Esa novela es la búsqueda de un sueño que no existe, un paraíso que Gauguin tuvo cuando estuvo en Lima a los 5 años. Toda su vida recordó cómo pasó de la miseria que vivía en París a una vida de rico durante cinco años. Hay una descripción de cómo iba a misa su madre y Gauguin tenía un ama que cuidaba. Ese paraíso en un mundo primitivo lo persigue toda su vida, fue lo que le hizo ir a Tahití. Lo influyó para siempre; ya adulto y conocido decía: “Yo soy un salvaje peruano”.

¿La especialidad de MVLL son las utopías, los sueños?

Es verdad, la persecución de una utopía. Para escribir “El sueño del celta” Mario se fue al Congo, en el momento de la revolución. Una tribu lo cogió cuando estaba tomando datos y escapó en un grupo de Médicos sin Fronteras. Cada novela tiene una técnica, un estilo diferente, eso es lo asombroso del talento de Mario.

Fuente: Diario El Comercio. Lunes 11 de Octubre del 2010.
.
Recomendado:

miércoles, 30 de junio de 2010

Literatura y colonialismo. El "horror histórico" en las tinieblas del Congo belga.

Literatura del terror colonial

Un libro rescata los informes de escritores que combatieron al rey Leopoldo - Vargas Llosa novela la vida del diplomático Casement que denunció la crueldad.
TEREIXA CONSTENLA

Lean esta historia sobre Henry M. Stanley (el de "el doctor Livingstone, supongo"). "En Londres había comprado cierto número de baterías eléctricas que, al fijarlas en el brazo por debajo de la casaca, se comunicaban con una cinta que pasaba por la palma de la mano del hermano blanco, y cuando éste daba al hermano negro un cordial apretón de manos, el hermano negro se quedaba muy sorprendido ante la gran fuerza del hermano blanco, porque lo dejaba tambaleándose con solo darle la mano de la fraternidad. Cuando el nativo preguntaba acerca de la disparidad de fuerza entre su hermano blanco y él, se le decía que el hombre blanco era capaz de arrancar árboles".

Con triquiñuelas similares, Stanley consiguió que jefes africanos firmasen tratados que entregaban su tierra al rey Leopoldo de Bélgica, que había fichado al explorador para poner su pica en el corazón de África. La historia pertenece a la carta abierta al monarca enviada por el coronel George W. Williams en 1890, recogida en el libro La tragedia del Congo, publicado por Ediciones del Viento junto a otros tres documentos inéditos en español sobre el triste pasado colonial del país, firmados por el diplomático Roger Casement y los escritores Arthur Conan Doyle y Mark Twain.

El coronel Williams no era cualquiera. Era negro. Uno de los primeros con poder para influir -fue historiador y el primer parlamentario negro de Ohio- sobre los acontecimientos políticos. Williams viajó al Congo con la intención de llevar negros estadounidenses para trabajar en África y contribuir al desarrollo de sus hermanos. "Cuando comprendió lo que estaba ocurriendo allí, no pudo contenerse y publicó su carta. Se le cerraron las puertas y se le dio la espalda. Falleció prematuramente de tuberculosis, lo que supuso un gran alivio para el Gobierno del Congo", explica el editor Eduardo Riestra.

A pesar del filón literario del Congo, cree Riestra que faltaba letra fría, informes y documentos de la época, como el que suscribió en 1903 el diplomático irlandés Roger Casement, que anota con meticulosidad burocrática chanchullos, tropelías y espantos: "Cuando estaban a punto de sentarse a comer, su marido le dijo que uno de los soldados iba a regresar con una cesta llena de manos cortadas, que había dejado afuera (...). Entonces ella, junto a su marido, salió para ver con sus propios ojos aquellas manos, cuatro de las cuales eran de niños". El informe Casement, escrito en 1903, tardó en difundirse por las presiones belgas. Cuando lo hizo, estaba mutilado y sin nombres propios. El antiimperialista Casement sería ejecutado. De esa vida novelesca dará cuenta la próxima novela de Mario Vargas Llosa.

Recuerda Albert Sánchez Piñol lo que decía Aristóteles: que solo hay 17 temas literarios. "Uno de ellos es el horror, el viaje al corazón de las tinieblas, que diría Conrad". Y Sánchez Piñol, que ya había viajado a un terror insular y viscoso en La piel fría (2003), se aventuró a por otro espanto en Pandora en el Congo (2005), donde se relata la expedición de aristócratas británicos que buscan oro y diamantes y encuentran tinieblas. "Al margen de testigos históricos, Conrad es el primero que establece un vínculo entre literatura y realidad. Lo plantea como un viaje al horror que empieza con la colonización y se perpetúa hasta nuestros días", expone el escritor y antropólogo, que visitó por vez primera el Congo para realizar un trabajo de campo sobre los pigmeos, "los seres más lejanos a nuestra civilización".

Todavía regresaría una segunda vez al país donde coexisten "horror histórico" y alternativas a la civilización actual. Dejó de hacerlo cuando le atrapó la guerra civil: "Algunos cálculos señalan que han fallecido entre tres y cuatro millones de personas".

Joseph Conrad abrió la espita -llevada luego al cine magistralmente por Coppola en Apocalypse now (1979), aunque ambientada en Vietnam- sobre la literatura inspirada en el horror colonial. Y ahí sigue, abierta y fecunda. Bernardo Atxaga eligió el Congo belga para su novela Siete casas en Francia (2009), otro viaje a las tinieblas sin afán aleccionador. "Quizás el tema, o el espacio geográfico, sean lo más superficial del libro; el lenguaje es lo fundamental", sostiene.

Atxaga, alérgico a las modas literarias, buscó el Congo como una geografía imaginaria a la manera de La isla del Tesoro de Robert L. Stevenson. "Necesitaba un lugar alejado, aislado, con un pasado de leyenda. En este caso, la leyenda es la crónica de explotación y crimen. Se puede abordar denunciándolo como Mark Twain o, como si no importara nada, que es lo que yo pretendía en mi novela", cuenta.

El autor vasco alude a El soliloquio del rey Leopoldo, el panfleto escrito por Twain en 1905 para caricaturizar al monarca, que también se ha incluido en el libro de Ediciones del Viento, junto al ensayo El crimen del Congo, escrito en 1909 por Arthur Conan Doyle. El padre de Sherlock Holmes consideraba que lo cometido en el país superaba todas las atrocidades anteriores: "Ha habido expropiaciones como la de Inglaterra por los normandos, o la de Irlanda por los ingleses. Ha habido masacres en pueblos como la de los sudamericanos por los españoles, o de naciones sometidas por los turcos. Pero nunca antes ha habido semejante mezcla de expropiación y masacre absolutas realizada con el odioso disfraz de la filantropía y teniendo por motivo el más vil de los intereses comerciales".

Conan Doyle recordaba que Leopoldo de Bélgica, un monarca constitucional en Europa y "un autócrata absoluto" en África, se había presentado ante las grandes potencias con un "fajo de tratados", obtenidos mediante engaños con pagos tan ridículos como "un abrigo de tela roja con adornos dorados, una gorra roja, una túnica blanca (...), cuatro garrafones de ron, diez cajas de ginebra".


Periodismo y ficción en África

- El corazón de las tinieblas (1902). Joseph Conrad.

- Cuadernos africanos (1999) Península. Alfonso Armada.

- El fantasma del rey Leopoldo (2002). Península. Adam Hochschild.

- Ébano (2003). Anagrama. Ryszard Kapuscinski.

- Pandora en el Congo (2005) Suma. Albert Sánchez Piñol.

- Siete casas en Francia (2009) Alfaguara. Bernardo Atxaga.

Fuente: Diario El País (España).
Madrid - 23/06/2010.

Recomendado:

Leopoldo II y El Colonialismo Belga.

“Roger Casement: Imperialist, rebel, revolutionary” (Imperialista, rebelde, revolucionario).

domingo, 27 de junio de 2010

Ligeia

"...la llamaba por su nombre en voz alta durante el silencio de la noche..."

LIGEIA

... "Es la persona de Ligeia. Era de alta estatura, un poco delgada y, en sus últimos tiempos, casi descarnada. Sería vano intentar la descripción de su majestad, la tranquila soltura de su porte o la inconcebible ligereza y elasticidad de su paso. Entraba y salía como una sombra. Nunca advertía yo su aparición en mi cerrado gabinete de trabajo de no ser por la amada música de su voz dulce, profunda, cuando posaba su mano marmórea sobre mi hombro. Ninguna mujer igualó la belleza de su rostro. Era el esplendor de un sueño de opio, una visión aérea y arrebatadora, más extrañamente divina que las fantasías que revoloteaban en las almas adormecidas de las hijas de Delos"...

Edgar Allan Poe y su lucha contra Azrael.

El viajero y su sombra.


Elogio de la sombra
(J.L. Borges)

La vejez (tal es el nombre que los otros le dan)
puede ser el tiempo de nuestra dicha.
El animal ha muerto o casi ha muerto.
Quedan el hombre y su alma.
Vivo entre formas luminosas y vagas
que no son aún la tiniebla.
Buenos Aires,
que antes se desgarraba en arrabales
hacia la llanura incesante,
ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro,
las borrosas calles del Once
y las precarias casas viejas
que aún llamamos el Sur.
Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas;
Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar;
el tiempo ha sido mi Demócrito.
Esta penumbra es lenta y no duele;
fluye por un manso declive
y se parece a la eternidad.
Mis amigos no tienen cara,
las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años,
las esquinas pueden ser otras,
no hay letras en las páginas de los libros.
Todo esto debería atemorizarme,
pero es una dulzura, un regreso.
De las generaciones de los textos que hay en la tierra
sólo habré leído unos pocos,
los que sigo leyendo en la memoria,
leyendo y transformando.
Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte,
convergen los caminos que me han traído
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agonías, resurrecciones,
días y noches,
entresueños y sueños,
cada ínfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del danés y la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las palabras,
Emerson y la nieve y tantas cosas.
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy.

Monsiváis y Bizancio.


"Ingenio rápido, cultura profunda, mirada penetrante, referencia oportuna, melancolía escondida, regocijo siempre". De esta forma describe Carlos Fuentes en este artículo a Carlos Monsiváis, fallecido el pasado día 19. El escritor mexicano rememora la estrecha relación que ambos mantuvieron durante décadas, y sus intereses y amigos comunes.

Mirad: Pasiones de Monsiváis